Quien me sigue

miércoles, 16 de febrero de 2011

Alma Nativa



El sentir de los Indios Americanos,
El respeto por la naturaleza,su forma de ver la vida,
es algo excepcional,son lecciones de vida,
que nos enseñan como desde la más absoluta sencillez,
podemos hayar la felicidad y la paz tan deseada por todos...
conozcamos pues su Alma Nativa.. para llenarnos de su sabiduría...

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En el año 1855, el presidente estadounidense Franklin Pierce les propuso a los nativos comprarles sus tierras. En el noroeste del territorio usurpado por los europeos vivía la etnia Dewamish. Quien era a la sazón su jefe, el Cacique Seattle, envió un mensaje al presidente. Sabemos que este mensaje ha sido ampliamente difundido a lo largo de los años y que puede encontrarse en diversos sitios, pero consideramos que la sabiduría y el sentido común que manifiesta, están lejos de haber sido comprendidos. El jefe Seattle no conocía nada de la ciencia occidental, y estaba aún más lejos de poder anticiparse intelectualmente a la física cuántica y a las modernas teorías hologramáticas actuales. Seguramente, hubiese sido incapaz de pasar un simple examen de la escuela primaria, pero conocía perfectamente el GRAN SECRETO A VOCES -el mayor y el más indispensable- de la UNIDAD de la Vida. Algo que nuestra cultura, cuya soberbia parece relativamente proporcional a su Ignorancia, insiste en desconocer y sosalayar.

Este mensaje merece la pena leerlo....

  Es un gran honor "ceder la palabra" al Jefe Seattle.
Que el Espíritu que le guió a él para pronunciarla nos guíe a nosotros a cada instante de nuestra existencia.

El Gran Jefe Blanco de Washington nos envió un mensaje diciendo que quiere comprar nuestras tierras. El gran jefe nos envió también palabras de amistad y de buena voluntad. Esto es muy amable por su parte, pues sabemos que él no necesita nuestra amistad. Sin embargo nosotros meditaremos su oferta, pues sabemos que si no vendemos vendrán seguramente hombres blancos armados y nos quitarán nuestras tierras.

Pero, ¿cómo es posible comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Nosotros no comprendemos esta idea. Si no somos dueños de la frescura del aire, ni del reflejo del agua, ¿cómo podréis comprarlos?

Nosotros tomaremos una decisión. El Gran Jefe de Washington podrá confiar en lo que diga el jefe Seattle, con tanta seguridad como en el transcurrir de las estaciones del año. Mis palabras son como las estrellas, que nunca tienen ocaso.

Cada partícula de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante aguja de pino, cada grano de arena de las playas, cada gota de rocío de los sombríos bosques, cada calvero, el zumbido de cada insecto... son sagrados en memoria y experiencia de mi pueblo. La savia que asciende por los árboles lleva consigo el recuerdo de los pieles rojas.

Los muertos de los hombres blancos olvidan la tierra donde nacieron cuando parten para vagar entre las estrellas. En cambio, nuestros muertos no olvidan jamás esta tierra maravillosa, pues ella es nuestra madre. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas, el venado, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos.. Las cumbres rocosas, los prados húmedos, el calor del cuerpo de los potros y de los hombres, todos somos de la misma familia.

Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos comunica que piensa comprar nuestras tierra exige mucho de nosotros. Dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir agradablemente y que él será nuestro padre y nosotros nos convertiremos en sus hijos.

Pero, ¿es eso posible? Dios ama a vuestro pueblo y ha abandonado a sus hijos rojos. El envía máquinas para ayudar al hombre blanco en su trabajo y construye para él grandes poblados. Hace más fuerte a vuestro pueblo de día en día. Pronto inundaréis el país como ríos que se despeñan por precipicios tras una tormenta inesperada. Mi pueblo es como una época en regresión pero sin retorno. Somos raza distintas. Nuestros niños no juegan juntos y nuestros ancianos cuentas historias diferentes. Dios os es favorable y nosotros, en cambio, somos huérfanos.

Nosotros gozamos de alegría al sentir estos bosques. El agua cristalina que discurre por los ríos y los arroyos no es solamente agua, sino también la sangre de nuestros antepasados. Si os vendemos nuestras tierras debéis saber que son sagradas y enseñad a vuestros hijos que son sagradas y que cada reflejo fugaz del agua clara de las lagunas narra vivencias y sucesos de mi pueblo. El murmullo del agua es la voz de mis antepasados.



Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en los bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto, es sagrada a la memoria y el pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas. Noah Sealth

7 comentarios:

  1. Que bonita historia nena y ademas es realidad. Siempre nos han puesto a los indios como los malos de la pelicula y no todo el mundo sabe que fueron expulsados de su propia tierra y expoliados por estos barbaros llamados americanos y cogen todo aquello que les interesa...y asi siguen...
    Gracias por tus comentarios y si quieres alguna imagen mia cogela o si quieres que te haga algo.
    La que tienes cayendo las hojas es preciosa.
    Besitossssssssssssssss

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  2. Hermoso tu blog, y la música me ha encantado.. felicidades por compartir tanta belleza..

    "El Gran Espíritu está en todas las cosas, está en el aire que respiramos. El Gran Espíritu es nuestro Padre, pero la Tierra es nuestra Madre. Ella nos alimenta, lo que ponemos en la tierra regresa a nosotros ...."

    un abrazo

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  3. Gracias Emilieta y Marbeth,por vuestros comentarios y por pasaros por esta vuestra casita!!
    Que soy una amante de la filisofía de los Nativos Americanos no hay duda...mi gran deseo es que su filisofia la conozca todo el mundo,por que su sentir,su respeto por la vida es increible y de ellos podemos aprender muchisimo..
    Un abrazo.

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  4. conmovedor...
    desde luego...todo una leccion de humanidad...
    un abrazo
    :-)

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  5. Sin duda Firenze,de humanidad y respeto sobretodo a nuestra madre tierra,aveces no somos conscientes de lo importante que es respetar nuestro entorno..Gracias por tu visita a esta tu casa.un abrazo.

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  6. aqui corazon me quito el sombrero porque esta historia es la realidad de lo que el hombre destruye paisajes bellos, donde la sabia del mirar se esplaya por entre la naturaleza y quien la ama a los indios le quitaron toitooooo el racismo ha existio siempre y eso hace de la tierra siendo tan bella un lugar donde hasta los animales lloran y mueren por la mano cruel del hombre si me dieran a elegir me iria a una isla desierta me llevari un libro bien gordo lapices y libretas a montones y mi cepillo de dientes yo se pescar, se valerme por mi misma mejor que entre la jauria de la via un muasckkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk

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  7. Pues si cielo las injusticias han existido y existirán siempre!! el hombre blanco creía que a los indios habian que civilizarlos y los incivilizados eran ellos....Besosssssssssss..

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